Cortes de rutas: la única forma de ser percibidos
(Año IX Número IX - 2009)
Este paisaje se reitera en provincias como Santiago del Estero, Córdoba o Mendoza. En primera semana de octubre, un conflicto con la línea de colectivo 380 dejó completamente varada a la ciudad mendocina de Guaymallén, por el reclamo de sueldos que la empresa adeudaba a sus conductores.
En general, el paso libre es el que se ve obstaculizado en todo el país, pero las causas que lo producen son diferentes: En el Chaco y Salta son las inundaciones como consecuencia de la tala indiscriminada de los bosques las que generan la imposibilidad de trasladarse. Un ejemplo es lo que ocurrió en Tartagal, donde miles de personas quedaron sin hogar, dejando a un lado los conflictos gremiales. Los fenómenos naturales también afectan a provincias como Tierra del Fuego, donde la temporada invernal es sinónimo de nieve hasta la cintura y, por ende, la parálisis total de la ciudad.
Por Mariana Heugas
Por ejemplo, la provincia de Santa Fe se convirtió en el centro de violencia del desborde social del interior del país a raíz de dos muertes producidas en Rosario y otro fallecimiento que ocurrió en la capital provincial. En Rosario un hombre de 35 años, identificado como Claudio Lopratti, y una mujer de 45 murieron por disparos de armas de fuego en un enfrentamiento con la policía. A la vez, seis miembros de las fuerzas de seguridad y un número indeterminado de manifestantes sufrieron heridas de bala.
Con respecto a Corrientes, doscientos desocupados cortaron el puente que lleva al Chaco para reclamar que se les pague el subsidio que reciben de parte del gobierno nacional.
Uno sabe que un paro de subtes alcanza y sobra para que la ciudad de Buenos
Aires sea un caos por donde se la mire. Los medios retratan la indignación de
automovilistas y peatones, al punto de hacer olvidar muchas veces cuáles son
los reclamos de quienes protestan. A falta de otros canales de acción y
visibilización, el corte de ruta sigue siendo la primera herramienta a la que
apelan los habitantes de todo el país.
Por Jesica Marchetti
El fenómeno, hoy
Entre cortes de autopistas como la Panamericana por el conflicto con Kraft
Foods, que no permiten la circulación de automóviles, o los paros en los
servicios de transporte por reclamos de aumentos salariales, quien transita por
los barrios porteños debe salir cada mañana con enormes dosis de paciencia en
su mochila. Pero intentemos ampliar la lupa para observar cómo se despliegan
estos fenómenos más allá de la General Paz.
Probablemente la provincia más célebre sea Entre Ríos, afectada desde hace
años por las protestas realizadas al filo de las rutas, ya sea por
ambientalistas o los ruralistas, en bloqueos que complican el acceso a la
capital provincial.
Este paisaje se reitera en provincias como Santiago del Estero, Córdoba o Mendoza. En primera semana de octubre, un conflicto con la línea de colectivo 380 dejó completamente varada a la ciudad mendocina de Guaymallén, por el reclamo de sueldos que la empresa adeudaba a sus conductores.
En general, el paso libre es el que se ve obstaculizado en todo el país, pero las causas que lo producen son diferentes: En el Chaco y Salta son las inundaciones como consecuencia de la tala indiscriminada de los bosques las que generan la imposibilidad de trasladarse. Un ejemplo es lo que ocurrió en Tartagal, donde miles de personas quedaron sin hogar, dejando a un lado los conflictos gremiales. Los fenómenos naturales también afectan a provincias como Tierra del Fuego, donde la temporada invernal es sinónimo de nieve hasta la cintura y, por ende, la parálisis total de la ciudad.
Un breve recorrido histórico
Por Mariana Heugas
La modalidad de cortar las calles o carreteras comenzó a fines de la década
de 1990, llevada adelante por los denominados "piqueteros", que
consistían en grupos de personas que habían perdido sus empleos a causa de la
recesión económica.
A partir de 1997 los cortes de rutas fueron afianzándose como elemento de
presión para conseguir atención de demandas, reclamos y reivindicaciones. El
fenómeno comenzó en pueblos alejados de los grandes centros urbanos, teniendo a
Cutral-có como caso emblemático, en los años posteriores se volvió una situación
reiterada en diferentes puntos del mapa. Con la crisis social de 2001, el
“piqueterismo” quedó instalado en la Argentina como forma de protesta.
Sin embargo, esta modalidad no es patrimonio exclusivo de las
organizaciones piqueteras, ya que ha sido adoptada por diversos actores
sociales, que integran desde estudiantes hasta productores rurales, si bien los
principales protagonistas suelen ser los desocupados.
Según estadísticas de la Secretaría de Seguridad Interior, en el 2002 los
conflictos sociales en la Argentina sumaron 12.766 hechos, lo que indicaría que
unas 20 manifestaciones callejeras se realizaron por día en aquel año,
incluyendo cortes de rutas o de calles, marchas y toma de edificios públicos o
privados.
En 2001, algunas provincias como Santa Fe, San Juan, Santiago del Estero,
Mendoza, Corrientes, Chaco, Neuquén y Jujuy se convirtieron en los distritos
donde se registraron mayores disturbios por todo tipo de manifestación
callejera y social.
Por ejemplo, la provincia de Santa Fe se convirtió en el centro de violencia del desborde social del interior del país a raíz de dos muertes producidas en Rosario y otro fallecimiento que ocurrió en la capital provincial. En Rosario un hombre de 35 años, identificado como Claudio Lopratti, y una mujer de 45 murieron por disparos de armas de fuego en un enfrentamiento con la policía. A la vez, seis miembros de las fuerzas de seguridad y un número indeterminado de manifestantes sufrieron heridas de bala.
En el caso de Mendoza, a pesar de las medidas de contención social
dispuestas por el gobierno provincial, al menos dos mujeres resultaron heridas
con balas de goma, varios policías fueron apedreados y otras dieciocho personas
fueron detenidas en medio de confusos incidentes que se registraron en la
puerta del supermercado VEA de Godoy Cruz.
En la capital chaqueña, Resistencia, cien desocupados del Movimiento
General San Martín cortaron la ruta nacional 11, en el acceso sur a la ciudad,
en reclamo de alimentos y viviendas dignas.
Con respecto a Corrientes, doscientos desocupados cortaron el puente que lleva al Chaco para reclamar que se les pague el subsidio que reciben de parte del gobierno nacional.
En San Juan, la
policía provincial dispersó con balas de goma y gases lacrimógenos a
manifestantes de la Uocra. Pero la situación más recordada –y simbólica, por lo
que representó para el Poder Ejecutivo del momento- tuvo lugar el 26 de junio
de 2001, con la muerte de dos piqueteros en Avellaneda después de un choque con
la policía bonaerense.