Ojos saltones - La real vida de "las Junos"

(Año IX Número IX - 2009)

La película Juno, la historia de una adolescente que queda embarazada a los 16 años, muestra una realidad que todos suelen ver, pero prefieren ignorar. El director Jason Reitman, con un guión de la prestigiosa Diablo Cody, llevó esta problemática a la pantalla grande para mostrar cómo afecta a la pequeña burguesía de Estados Unidos. Nosotros pensamos el tema desde nuestro lugar.

Por Jesica Marchetti




A simple vista, La joven vida de Juno (Juno, 2007) resultaba una propuesta tentadora para cualquier espectador, aunque más bien convencional: una joven bonita, inteligente, algo sarcástica, con un futuro por delante y el obstáculo de estar embarazada. Quien se luce en el papel central es la estupenda Ellen Page, nominada al Oscar por este trabajo. Lo original radica en que el film rompe con un clásico tabú de la sociedad norteamericana (y de varios países del mundo, por supuesto): la (falsa) concepción de que estas situaciones -supuestamente- sólo se viven entre los más humildes.

En un principio ciertas situaciones la película resultan poco creíbles, al transcurrir demasiado
 plácidamente: Juno tiene relaciones con su mejor amigo Bleeker por mero aburrimiento, queda en cinta y decide rápidamente abortarlo, como si de un trámite se tratare. Esto se debe a la existencia del régimen legal que la acompaña y a una institución llamada “Mujeres Ahora”, que lleva a cabo la intervención en condiciones dignas.

Sin embargo, en el momento de la verdad, Juno decide que no es lo mejor que puede hacer: una compañera de curso antiabortista le advierte que “el bebé tiene uñas” y podría lastimarla. Entonces, ¿por qué no? La joven entonces termina cerrando un trato de adopción privada, donde todo ocurre de forma casi instantánea y bella. De hecho, la familia adoptiva es rica y podrá cumplirle al pequeño todo capricho existente.

Quizás un mundo lleno de opciones permita este nivel de perfección, donde una chica cuya familia podría mantener al pequeño, decide que no está preparada psicológicamente para criarlo.

Acostumbrados a que en la Argentina resulte cada vez más común encontrar niñas-madre caminando por la calle, o en los pasillos de las escuelas y hospitales, no es noticia que esta condición traiga consecuencias como alteraciones psicofísicas, deserción escolar, el posible abandono familiar y la infaltable discusión sobre el aborto. Si bien la justicia prohíbe la interrupción del embarazo (salvo en contadas excepciones), es la clase media la que tiene mayor acceso a la información sobre cómo prevenirlo, y a su vez tiene la mayor cantidad de abortos registrados.

En nuestro país, la opción que toma Juno en una primera instancia no es viable legalmente, por lo que no hay otra salida que los abuelos se encarguen de la crianza de sus nietos en los estratos más altos, según indicó la encargada del sector de Embarazo Juvenil del Hospital Nacional Alejandro Posadas, María Teresa Belbusti.

Es que a pesar del imaginario común, los embarazos adolescentes no solamente ocurren en los sectores más pobres de la sociedad, a causa de desinformación, falta de educación y de acceso a los métodos anticonceptivos, sino que por el contrario en los últimos años, el índice de niñas-madre de la clase media y media alta ha aumentado considerablemente.
Las otras Juno

De este punto de vista, el film parece ser más una fantasía que un retrato de un problema que se expande en todos los rincones del mundo. Y es inevitable pensar qué sucedería con una muchacha como Juno en nuestro país, en sus mismas condiciones socioeconómicas.

Un estudio realizado por la Universidad Kennedy arrojó que en la Argentina nacen por año más de 110.000 bebés de chicas de entre 10 y 19 años, lo que las convierte en un 17 por ciento del total de nacimientos, cuando la media internacional se reduce al 5 por ciento.

Por otra parte, en una encuesta realizada por la misma casa de altos estudios a 300 chicas menores de 18 años de clase media en la que la muestra se dividió en tres secciones (100 de las 300 adolescentes estaban embarazadas, otras 100 ya eran madres, y las 100 restantes ya habían iniciado su vida sexual), el resultado arrojó que 45 de las encuestadas había pasado por un aborto, y aun así muchas volvieron a embarazarse.

Los médicos del área de embarazo juvenil del Hospital Posadas, observan este tipo de situaciones todos los días, dónde jóvenes que pasaron por una situación tan traumática como lo es un embarazo no deseado y que fue interrumpido vuelven a los 9 meses para tener efectivamente a su bebé. A su vez, el censo mostró que el 15 por ciento de las adolescentes de esa misma clase social, habían pasado por un aborto aún siendo este ilegal, y exponiéndose a todos los riesgos que eso conlleva.

Mientras Juno pudo dar a su hijo en adopción tranquilamente, para finalizar el filme tocando la guitarra con el padre del niño en plena primavera, si ella estuviera en estos pagos formaría parte de las miles de chicas que dividen sus vidas entre poder continuar con sus proyectos y tratar de criar a un pequeño. Niños que más de una vez por semana le dicen “mamá” a quienes son sus abuelas.
La joven vida de Juno
(Juno, USA, 2007)
Dirección: Jason Reitman.
Guión: Diablo Cody
Con Ellen Page Michael Cera, Jennifer Garner, Jason Bateman, Allison Janney.
Editado en dvd por Transeuropa