Para orientar las antenas: Capusotto en radio

(Año IX Número IX - 2009)

El humorista tiene desde mayo un programa de radio en Rock&Pop junto a su cómplice, Pedro Saborido. Una vez más, el dúo deleita con su “deformación” de la realidad y ofrece una mirada crítica de los medios de comunicación.

Por Juan Britos

De nuevo lo lograron. En otro formato, diferentes tiempos pero con el mismo espíritu crítico. Con las ropas del humor que hace pensar, construyeron una parodia sobre la industria de la parálisis social. Eso es lo que propone el programa producido por la irreverencia del binomio Capusotto- Saborido. Nada más que esta vez habrá que escucharlos.

Lucy en el Cielo con Capusottos es el título del ciclo, que comenzó el pasado 2 de mayo en Rock&Pop (FM 95.9). El envío, que sale sábados y domingos, de 20 a 21 horas, tendrá una duración de cuatro meses y no va en vivo, sino que se graba durante la semana. “Es algo un poco más encriptado en la ficción, con personajes inventados por nosotros. Es un programa más de ficción, cuentos y sketches”, contó el ex integrante de Cha Cha Cha yTodo por dos pesos sobre el formato de la nueva criatura. La música está a cargo de Marcelo Iconomidi, alias “El Griego”, el melómano fanático de Racing, que también musicaliza Capusotto y sus videos.

Entre las diversas secciones del programa se destaca “¿
Hasta cuándo?”, que cuenta con la conducción de Arnaldo Perez Manija (en la voz de Capusotto). Este tramo de la obra es un simulacro artístico sobre la realidad de los medios y los miedos. Una representación aguda del papel que ocupan los periodistas en la construcción de mensajes que circulan en la sociedad actual.
El poder de la risa

El ejercicio propuesto es la reflexión. Observar que papel juegan los oyentes, estereotipados de manera simple, pero efectiva. Una invitación a quitar de la mente, el polvo del confort de la apariencia, la hipocresía y la indiferencia.

“Información que a usted no le sirve para nada y, de a poco, le va taladrando la cabeza”, reza el slogan del micro. El bombardeo de mensajes alarmantes, que se suceden, unos tras otros, bajo la máscara del agobio de vivir en un país en donde los “los políticos son todos corruptos, los maestros hacen paro y hay que mantener a miles de vagos que viven del Estado”, como aporta la persona que llama para decir lo suyo, imitando al oyente típico de cualquier transmisión actual de radio.

Lo que el programa satiriza y revela es cómo una trampa social, que transforma al ciudadano en un ser neurótico, es la norma de trabajo que impera en aquellas mentes a cargo de producir, y colocar en escena, mensajes periodísticos. Quizá puedan hallarse vestigios del oficio de construir falsa ideología, empresa de una derecha oportunista, que lucra con el poder de la no información. Esta tarea, magistralmente realizada durante años por personajes como Daniel Haddad, Mariano Grondona, Bernardo Neudstad, y toda la camada de obsecuentes rentados que repiten la fórmula de este nefasto paradigma, aquí es explícita. Ese es un logro de la apuesta del dúo, a esta altura ya no tan cómico. Merece el reconocimiento.

Eduardo Galeano dice que "el humor tiene la capacidad de devolverte la certeza de que la vida vale la pena. Y uno se salva, a veces, por el chiste, por el mágico sonido de la risa, que puede no ser tu risa. Creo que eso es lo que me ha salvado a mí, y que tiene su expresión perfecta en el consejo que una vez me dió un amigo brasileño, que me dijo que no me tomara en serio nada que no me hiciera reír." Ojalá que Capusotto nos salve a nosotros, los que lo tomamos en serio.