Especímenes - El fierrero

(Año IX Número IX - 2009)


Para saber si estás ante la presencia de un hombre con corazón de motor, es necesario hacer un repaso por el “mundo de los fierreros”.

Por Gabriela Telesca
“El auto nació conmigo.” “El auto es donde canalizo mi lado salvaje.” “Vos ya aprendiste a manejar, lo que te falta es sentirlo.” Estas son algunas de las frases que repiten sin cesar los autodenominados “fierreros de alma”. Sí, todas tuvimos en algún momento un amigo, novio o familiar cuya vida giró en torno a una palanca de cambios, a las exuberantes llantas, a los más variados nombres de repuestos y toda la mar en coche.

Son famosos por gastar más de la mitad de su sueldo en arreglos para que esa coupé Taunus 80 pueda quedar mejor que un Ford Mondeo 0 Km. ¿Y después critican a las mujeres? ¿Acaso no son ellos los que pasan las horas hablando de autos y no prestan atención a otra cosa? ¿No son ellos los que se vuelven locos al escuchar el sonido de un motor V8 y corren tras él cual Romeo detrás de su Julieta? ¿No es aquel que quiere cromar hasta a tu mamá para que combine con sus guardabarros plateados? Incluso llegan al extremo de comparar el auto con una persona, alguien que vive, siente y sufre. “Está chorreando sangre”, dice un pistero de Lanús. “No respira bien”, se preocupa otro fanático, porque “el problema está en el corazón”.

“Agarrar las herramientas y hacer una obra propia” comenta un muchacho en los foros de Internet, en donde todos comparten todo, como el hecho de no dejarlo en un taller mecánico, porque lo bello de todo esto es que “vivan la experiencia de transformar su fierro”. Así fue como se crearon Clubes de fanáticos del Taunus, del Torino y hasta del Fiat 600, más conocido como "el Fitito".

Los problemas aparecen cuando aquel señor Falcon le dice a su novia: “Necesito hablar con vos”. Lo que ella piensa es que la quiere dejar. Cuando el novio llega, la abraza y le dice: “Está mal, el auto está mal. Lo voy a tener que internar unos días en el taller”.
En definitiva, lo importante es que las mujeres no tienen de qué preocuparse. Cuando escuchen a su novio hablar de la mejor cola, a no desanimarse: se refiere a la parte de atrás del Ford Mustang modelo 65.