Entrevista - El paddle contraataca



(Año IX Número IX - 2009)

En una sociedad argentina caracterizada por un comportamiento fluctuante en cuanto a sus intereses deportivos, el pádel, que hizo furor en los ’90 y luego pasó al olvido, pretende hoy dejar de lado los atuendos empolvados para volver a vestir su fino traje de popularidad. Sapos de otro pozodiálogo sobre el tema con el jugador Hernán “el Tano” Sangiuliano.


Por Federico Adalián

El pádel (o paddle, según su versión en inglés) tuvo su innegable apogeo en la década pasada, cuando hubo casi tantos jugadores como rodillas lesionadas por las exigencias propias de una especialidad que había crecido a lo largo de todo el país. Sin embargo, con el tiempo, ese primer impulso desmedido fue desgastándose como las paletas de sus miles de aficionados, que se fueron diseminando en otras actividades de mayor difusión. Pero como pasa con todas las modas, hoy el pádel parece tener su segunda oportunidad.

Para Hernán “el Tano” Sangiuliano, un joven jugador federado y verdadero amante de este deporte, en la actualidad “la paleta le está ganando a la raqueta”. Sucede que muchos de los aficionados que se volcaron al tenis en los últimos años, gracias a la popularidad de figuras como David Nalbandian o Juan Martín del Potro, se vieron obligados a dejar de practicarlo por su alta exigencia y entonces probaron con el pádel. El Tano -que juega en el club El Galpón, de San Telmo- destaca que se trata de una actividad donde “lo que más importa son la técnica y las ganas”, y que eso permitió que “en los últimos cuatro años su popularidad haya aumentado y se vean personas de todas las edades”.

También se trata de un deporte que no discrimina, porque pueden practicarlo desde niños y jóvenes hasta adultos y ancianos. Además, como explica el Tano, por ser “más estático que el tenis y como la técnica cuenta por sobre la movilidad”, para jugarlo no es imprescindible cuidar tanto el físico y la alimentación, si bien es aconsejable para mejorar el rendimiento. En resumen, estas son las claves de la moda reciclada del pádel: cualquiera lo puede jugar y hacerlo es relativamente económico.
Para ponerlo en un contexto mundial, en España se trata de una práctica casi tan conocida como el fútbol, con torneos profesionales que reparten mucho dinero y fama entre los competidores, y donde muchos de los mejores son justamente argentinos. Guiados por el impulso español, las paletas se está expandiendo por diferentes países europeos, como Francia, Italia, Gran Bretaña y Austria, donde ya se han conformado federaciones que están alcanzando un gran nivel de desarrollo.

En la Argentina, por el momento, las empresas no consideran al pádel como un fenómeno popular, además de que no existen políticas públicas que lo incentiven. A pesar de esto, nadie le puede quitar la felicidad al Tano. “Lo veo bien y creo que va a seguir creciendo”, augura el jugador, mientras sueña con que el deporte que fue marca registrada en los '90 vuelva a brillar en el siglo XXI.