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Mostrando entradas de 2015

Vestidos como mujeres: Drag Queens en Argentina

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(Año XV Número XV - 2015) No son gays, tampoco travestis. Son hombres, muchos con hijos, a los que les gusta vestirse de mujeres. Juegan a ponerse ropa femenina y pasar horas frente al espejo hasta convertirse en personajes perfectos. Por Anahí Signorelli El diminuto y desprolijo cuarto que le habían dado, en nada podría asemejarse a un camarín de estrella, de esos tantos que se ven en las producciones hollywoodenses. Era extremadamente pequeño. De hecho, todo en la provincia de Tucumán lo es. El aire, aún colmado de humo, luchaba por salir por la abertura de la puerta, en cuya pintura roja, rasgada por el tiempo, apenas podía leerse su antiguo rol: 'Depósito'. Sin embargo, y a pesar del encierro que le generaba aquel lugar, le parecía estar viviendo un sueño. Sobre la pequeña cómoda, frente al espejo, un corcho quemado aún reposaba sobre un viejo cenicero. Había aprendido esa técnica de su mamá, de aquellos tiempos en los que pintaba a su hermanita de negri

Juan Carlos de América

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(Año XV Número XV - 2015) No es Roberto Sánchez, pero sí es Sandro. Hace 50 años que Juan Carlos Andrizzi intenta vivir en la piel de otro, en la de su ídolo máximo: El Gitano. De vendedor de garrapiñadas en Lanús a uno de los dobles más reconocidos del cantautor. Por Fabián Calabró Y ahí estaba él, en el Teatro Flores. En el mismo lugar donde suelen tocar bandas de la escena local e internacional. Esta vez era su turno. Con unas patillas prominentes a lo San Martín, un jopo con sobredosis de fijador, unos anillos exuberantes que ocupan todos sus dedos, un moño rojo y un saco del mismo color que perteneció al recordado Roberto Sánchez. — Ahora yo soy Sandro  -aclara Juan Carlos al micrófono, como si hiciera falta. El ambiente se oscurece, suenan los primeros acordes y el público se compenetra. Menea la pelvis con una sensualidad que ya se pasó de su fecha de vencimiento. Con la mano izquierda sostiene el micrófono, mientras con la derecha arranca a

Un día en el mercado central

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(Año XV Número XV - 2015) Un recorrido desde que sale el sol hasta que se esconde por el bajo mundo del  gigante verde, donde tanto la venta frutihortícola como la corrupción forman una ensalada donde todos -políticos, delegados,  changarines, camioneros y puesteros-  quieren imponer su propio condimento. Por Agustin Corvaro Son las seis de la mañana. El sol,  perezoso como siempre, todavía no se digna a salir. Claro, nadie se asomaría afuera de su cama si sintiera ese viento gélido que puede congelar hasta el más ardiente espíritu trabajador. Pero ahí está él, Juan Carlos, listo para partir hacia la aventura que le espera en ese gigante verdiblanco. El camino de ida de por si es demasiado tortuoso. Cincuenta minutos interminables. El viaje, plagado de rutas maltrechas, trapitos, y largas colas de camiones es el desayuno obligado para todo aquel que quiera llegar a destino. El viejo Juan Carlos no puede creer semejante mala suerte. Tras frenar por enésima