Interpretar la propia muerte: el reality fuera de control

(Año IX Número IX - 2009)


Dirigida por Bill Guttentag, La muerte en vivo es un film desparejo pero también implacable, donde la ambición por ser famoso y obtener un premio millonario puede llegar al extremo de poner la propia vida en juego.

Por María Luisa Campuzano

La muerte en vivo refleja la ambición por parte de los participantes que se exponen a la posibilidad de morir frente a las cámaras, jugando a la ruleta rusa. El premio equivale a 5 millones de dólares. Lo más interesante del film es cómo describe la falta de escrúpulos de la productora Katy (Eva Mendes), a quien no le importa ni la vida ni la muerte, sino poder recuperar la audiencia para el canal de televisión en el que trabaja.

El formato de reality show, en la actualidad se ha instaurado en la pantalla chica de todos los hogares con sus diferentes matices, ya sean de supervivencia al aire libre, convivencia en una casa con personas desconocidas o la búsqueda del estrellato por parte de aspirantes a la canción. Sin embargo, aun no se ha llegado al límite de poner en escena una muerte en vivo.

Lo que sí trascendió fue el caso de Jade Goody, una joven inglesa que se hizo famosa en el Gran Hermano y luego fue diagnosticada con un cáncer. Decidió demostrar su agonía y vender la exposición de sus últimos días de vida públicamente con el objetivo de “generar conciencia”.

En otros realitys se ha jugado con el peligro físico, como en los de supervivencia, con consecuencias trágicas como el caso del participante pakistaní Saad Khan. La prueba era cruzar a nado un lago con una mochila de siete kilos. En la mitad del trayecto, Khan comenzó a gritar hasta desaparecer en las aguas sin que nadie lo rescatara. Y no es la primera vez que sucede. Otro joven también murió ahogado en la versión de “Superviviente” que se desarrollaba en Nigeria y se emitía para España.

El suicido no es una cuestión ajena a esta clase de ciclos. En 2005 un boxeador de 23 años, Najai Turpin, que había sido elegido para participar en 'The Contender', un reality dedicado al mundo del boxeo que la cadena NBC. El muchacho se mató de un disparo tres semanas antes del inicio del programa. En 2007 con Cheryl Kosewicz, una joven de 35 años que fue parte de “Pirate Master” y poco tiempo después de su salida del programa fue encontrada en su departamento sin vida. Aunque es difícil culpar a los realitys por estas tragedias, es inevitable pensar que las presiones mediáticas tuvieron su influencia.

Uno puede cuestionarle ciertas debilidades en la construcción del verosímil, pero lo cierto es que la
 La muerte en vivo es implacable. Porque no sólo desnuda la miseria de esta clase de productos y de las personas que se prestan al circo: también denuncia lo que como espectadores estamos dispuestos a ver, a cualquier precio, sin contemplar las consecuencias.


La muerte en vivo (EE.UU, 2007)
Título original: Live!
Dirección y guión: Bill Gutentag
Con Eva Mendes, David Krumholtz, Rob Broron, Eric Lively y otros.
Editado en dvd.