Especímenes - El comunista "cool"



(Año IX Número IX - 2009)

El “Che” Guevara comiendo en Mc Donald's. Karl Marx comprando ropa en un shopping. Leon Trostky manejando un Audi A4. Estas imágenes resultan demasiado absurdas como para que uno pueda imaginarlas, a no ser que nos sumerjamos en la sociedad argentina. ¿A dónde quedó la idea de que el socialismo es una ideología que busca abolir la propiedad privada y establecer una sociedad sin clases?


Por Mauro Brissio

Se los ve por doquier. De la boca para afuera todavía celebran el manifiesto comunista, dando charlas en las universidades sobre la manera en que el capitalismo afecta a muchos y beneficia a muy pocos, abogando por una sociedad utópica en donde no exista la propiedad privada y donde los terrenos sean divididos equitativamente entre las personas.
Alzan la bandera de Cuba como meta. Sí, como meta para sus vacaciones de verano, en donde también disfrutarán de sus dólares, esos dólares que tanto criticaron durante la cursada delante de sus alumnos usando los argumentos que horas antes robaron del documental “Zeitgeist”.
Mientras almuerzan en sus casas de campo, ubicadas en alguna zona rural del
interior de la provincia de Buenos Aires, admiran una propaganda socialista libertaria que fue expuesta en las calles de Madrid durante la guerra civil Española, estandarte que fue comprado por 3 pesos con 50 a un ex miliciano que se encontraba en la calle muriéndose de hambre.
Según ellos, para terminar con la pobreza, las desigualdades sociales y las injusticias que nos rodean, resulta fundamental una mayor participación activa en las luchas en favor de los derechos humanos. Sin embargo, en los días de movilizaciones sindicales, ellos aprovechan el fin de semana largo para visitar su casa de Cariló, San Bernardo o Villa Gesell.

Algunos incluso suelen dejarse la barba larga, fuman habanos cubanos y se visten como si estuvieran combatiendo en Sierra Maestra. Pero lejos están de adentrarse a pie en la naturaleza como lo hicieran el "Che" y Fidel: ellos lo hacen cómodamente en su camioneta Hilux 4x4, último modelo, con la música de León Gieco a todo volumen.

Cuando finalmente, luego de muchos años de investigación al mejor estilo Sherlock Holmes, los alumnos logran revelar la doble identidad ideológica de nuestro espécimen, éste suele responder en tono bastante sarcástico: “Haz lo que yo digo pero no lo que yo hago”.