LA ORGANIZACIÓN DEL VALOR


Por María Antonia Correa //

El sol recién empieza a despuntar sobre la ciudad de Morón, a casi 24 kilómetros de la Capital Federal. Claudia, bañada por la famosa hora dorada, ya está acomodando la mercancía en su puesto de ropa deportiva en la feria que está en Cabildo y Larralde, sobre la plaza de la Universidad de Morón. El frío se empieza a colar por las hendijas donde se une la lona con los fierros helados. Claudia viste una remera gastada y tiene un pucho en la mano. Parece ajena al clima. La voz, ronca por años de tabaco barato, es inconfundible. Y aunque quiera hablar bajito, siempre se la escucha. Es la primera en romper el silencio.

Vamos, vamos, vamos. Vamos con otro día más.

El aire matutino está cargado de un aroma que es familiar para quienes toman el Sarmiento: mezcla de café en termo con humo de tortillas santiagueñas. El ruido del tren, lejano pero constante, es el soundtrack. Mucha gente pasa por la plaza rumbo al trabajo, algunos vestidos para la obra, y otros de saco. Muy pocos pasan como si la feria fuera invisible. Todos y todas la ven.

Ahora aparece Carla. Tiene una energía extraordinaria para las 8 de esta mañana helada. Viene caminando casi en zigzag, cargada de bolsas repletas de los juguetes usados que vende en la feria. 

¡Buen día compa! 

Carla saluda a Claudia con una sonrisa gigante. Deja caer las bolsas de su mercadería al piso y hacen un ruido sordo de plástico contra el cemento. 

Mirá todo lo que traje hoy. Los pibes van a amar los autitos.

Yanina es la más joven del grupo y la última en llegar a esa zona de la feria. Las saluda con un beso en cada cachete y se pone a colgar la bijou que vende en un perchero de plástico que sacó del bolso. 

Mientras terminan de armar los puestos, las tres charlan de cinco temas a la vez. Hablan de sus hijos, de los precios que subieron otra vez, del frío que hace y de lo poco que habían dormido. En el medio, la conversación deriva como si nada en temas más serios que tratan con liviandad. La venta y el consumo de droga está presente en la plaza como en cualquier lugar del Conurbano bonaerense. 

 A mí me da la re lástima que anden así, pero el que no se quiere rescatar no se rescata. Antes, acá era más tranquilo, podíamos vender sin tener que estar tan pendientes del bardo.

La relación entre ellas es la de una familia elegida. Se conocen desde hace años. Se apoyan mutuamente en las buenas y en las malas. 

Nosotras somos como hermanas. Nos cuidamos siempre, ante todo, pase lo que pase.

A pesar de lo difícil que es laburar en la calle, las tres encuentran en la feria un refugio, un lugar donde sentirse valiosas. Es más que un trabajo. Es un modo de vida. 

La Economía Popular está formada por todas y todos los trabajadores que generan su propio trabajo. “Empleo” no es lo mismo que “trabajo” y lo que marca esa diferencia es el hecho de estar o no en relación de dependencia. Hoy en día, según la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), este tipo de economía incluye aproximadamente a un 30% de la población económicamente activa.

En el RENATEP (Registro de Trabajadores de la Economía Popular), hay 6 ramas bien definidas en las que los/las trabajadoras/es se pueden inscribir. En Argentina, representan al menos a 6 millones de personas. Las chicas de la feria son parte de este colectivo que no tiene empleo, pero trabaja todos los días.

* * *

Claudia apaga un cigarro con mucha bronca. Lo aplasta en un cenicero improvisado. El rumor del posible “desalojo” le cae como un balde de agua fría. La feria de repente está en peligro. Con voz firme, se acerca a sus compañeras y las convoca a una reunión urgente. No se conoce bien cuántas, pero en la feria trabajan muchísimas personas de distintos rubros y lugares. No todos están organizados, no todos piensan en luchar por sus derechos. Las chicas, sí. Hace un tiempo son parte de la UTEP. 

La calle Cabildo está repleta y llena de bronca. Las feriantes están preocupadas. Se acomodan en el piso para escuchar y opinar. Claudia, al frente, toma la palabra.

Bueno, como ya saben, hay personas que quieren que nos vayamos de la plaza.

Un murmullo de indignación empieza a correr. 

 Entiendo que es un reclamo que surge más que nada por los dueños de la Universidad

¡Pero nosotros no jodemos a nadie! Trabajamos todo el día, abajo del sol, con frío, con calor, con cualquier cosa. ¿Ellos saben que lo hacemos para llevar el pan a nuestras casas?

La feria ya es parte de la historia de este barrio. 

Muchos vecinos y vecinas compran acá. Es un gran lugar para comprar barato en época de crisis. La Plaza de la Universidad de Morón se inauguró en 2015 con la intención de ser un espacio de esparcimiento, pero casi que desde su nacimiento se conformó como un lugar de venta. En la pandemia, “explotó”. La feria funcionaba solo los martes y jueves, pero, como pasa siempre en Argentina cuando aumenta el desempleo, hay más trabajo informal. A mediados de 2021, la feria empezó a funcionar todos los días y se convirtió en la fuente de ingresos de, aproximadamente, 150 personas. 

Después de un largo debate, se decide ir a hablar con funcionarios municipales. Claudia, como presidenta de la cooperativa, se ofrece. Igual no quiere ir sola. 

 Yo voy y les digo las cosas claras. No vamos a permitir que nos echen. Somos laburantes, no estamos saliendo a robar.
             
                                                               * * * 

La sala de reuniones es antigua y fría. Tiene unas ventanas enormes que dan a la vereda, pero el edificio es alto. Está lejos de la calle. El funcionario municipal, un hombre bajito con una camisa demasiado ajustada, saluda sin levantarse de su silla con una sonrisa forzadísima. 

Buenas. Perdón por hacerlas esperar. Tengo una agenda muy apretada hoy.

El último informe del ReNaTEP de mayo de 2022 indica un registro de 3.503.784 de personas, de las cuales 376.133 (10,7%) corresponden a la rama de actividad de Comercio Popular y Trabajo en el Espacio Público. 

Este oficio, comprende desde la que vende sahumerios con una manta en la plaza hasta el vendedor del tren. Gastronomía, ropa, juguetes, accesorios, calzado, tuppers, pantuflas: casi todo lo que se pueda imaginar, también se vende en las ferias. En algunos municipios, se hace un trabajo de institucionalización. Priorizando a quienes son de la localidad, se proveen puestos institucionales como fue el caso de algunas plazas de Moreno e Ituzaingó. En otros municipios, no se hace este trabajo. O se espera a que la feria se reconfigure de alguna manera o se procede a hacer desalojos. Es una decisión política.

Claudia, con voz firme, expone las razones por las que no se piensan ir de la plaza. El resto solo mira y escucha. 

Entiendo sus preocupaciones. Pero la Universidad presentó una queja formal y nosotros tenemos que tomar medidas. Además, la feria no está muy ordenada

Claudia se indigna.

¿Vos me estas jodiendo? ¡Nosotras trabajamos acá y todos los días limpiamos! Preguntale al kiosquero. 

La conservación sigue por un largo rato. No se llegará a ninguna conclusión.

                                                                  * * * 

No nos van a ganar. Vamos a organizarnos mejor y buscar más apoyo. Tenemos que hablar con más gente de la UTEP y con más vendedores ambulantes.

A Claudia, la líder de este grupo, le toca contar lo que pasó en la reunión. 

El principal problema que empuja la posibilidad de desalojo de la feria es que la plaza está ubicada en el mismo lugar donde funciona la Universidad de Morón. Es una institución privada cuyos dueños creen que el “ecosistema que crea la feria” propicia a la inseguridad y al aumento de robos hacia los estudiantes.

La magnitud en términos de cantidad de trabajadores informales, día a día va aumentando a lo largo y ancho del país. Sobre todo, en la juventud, situación que se profundizó en la pandemia y aumenta durante el gobierno de Milei. Tomando como referencia a los menores de 25 años, hoy hay unos 400 mil jóvenes inscriptos en el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), órgano que mide el trabajo de quienes están “en blanco”. En el RENATEP, hoy en día, hay cerca de 1 millón de inscriptos. 

En los días siguientes, las vendedoras se reunirán varias veces para discutir la situación. Pondrán al día a las organizaciones sociales y políticas que comparten las banderas de la defensa de los derechos de los trabajadores de la economía popular. 

* * * 

Cuando llega a la ciudad de Moreno, Carla se mueve como pez en el agua. 

  • Vos seguime a mí. Si pongo cara de perro, pones cara de perro. Si me río, sonreís.

En la estación, Carla toma un colectivo hacía La Reja. Siempre que necesita mercadería hace este recorrido. Va con bolsos vacíos que vuelven llenos. En Moreno, vive una señora que vende juguetes usados. Carla los comercializa en la feria de Morón. 

Mirá, hay un montón de pibes que piden juguetes en Capi y les dan una bocha. Pero vos no podés masticar juguetes para sacarte el hambre. Entonces, Gra los recibe en su casa y se los compra por lote. 

Ella se encarga de limpiarlos, arreglarlos y separarlos. Repara lo que hace falta. Y después, chicas como Carla, van y se los compran.

En la puerta de “Gra” hay fila. Ella está sentada adentro y atiende por una ventanita que da a la calle. Atrás, se pueden ver pilas de juguetes con bolsas, cajas y carteles. Carla saluda a cada una de las personas en la fila. 

Es una negociadora serial. Tiene pinta de maestra jardinera, pero con todas las mañas de la calle. Gra es amable y está dispuesta a negociar. 

Después de varios minutos logra llenar la mochila de juguetes de todo tipo.

Carla y el marido se quedan sin trabajo en el 2001 y ahí empiezan a participar en ferias. Ese colapso social aún tiene efectos.  En ese momento, desempleados, clases medias, trabajadores de las fábricas en quiebra y miles de personas protestaron en la calle. Nace un sector: los desempleados que trabajan. Las personas que tuvieron que salir a rebuscárselas para subsistir. Hoy, la Economía Popular. 

Hemos vendido de todo, ropa, comida, collares, lo que se te ocurra y en miles de lugares. Pero con el gordo nunca dejamos de laburar. Nosotros hacemos un re esfuerzo también porque nuestra nena está estudiando.


Cuando volvió la democracia a la Argentina, volvió la autonomía universitaria. Años después, se crearon “Las Universidades del Conurbano”, entre ellas la Universidad Nacional de la Matanza (UNLaM) en 1989. Años más tarde, en el período 2004-2015, nuevas orientaciones en la política educativa darían marco a la creación de 16 universidades más.
Así, surgen los estudiantes “primera generación”, hijos e hijas de obreros, los primeros con título universitario en la familia. En la actualidad, la hija de Carla estudia Medicina en la UNLaM.  

***

Yo no tengo ni drama de las que eligen ser putas, pero a mí no me cabe. Yo quiero vivir de otra cosa.

Al amanecer, arranca el camino. Varios militantes de la UTEP se encuentran en la estación de Morón para salir a Liniers. La energía es divina, aunque hace un frio tremendo. A nadie le importa mucho: risas, mates, chistes y buena onda. La ruta es larga y tiene una exigencia. 

Cuando Yanina llega a Morón saluda primero a Carla y Claudia. Desde hace 3 años, Yanina se dedica a vender bijouteri en la feria junto con ellas. Son familia. Ella es imponente, mide 2 metros. Pelo largo, colorado y hermoso. 

De a poco me fui generando chicas que me tienen confianza en lo que les digo y me vienen siempre a buscar a mí a la plaza cuando quieren algo. ¡Pero mucha chachara! No nos hagamos las boludas que ahora hay que caminar una banda.

Yanina tiene 43 años y es una mujer trans. Vive y trabaja en Morón hace más de 10 años. Hoy, junto con las chicas de la feria, es parte de la UTEP. La expectativa de vida de las mujeres trans en Argentina es de 35 años. Yanina dice que, por eso, hace rato que vive de regalo. Cuando empezó a vestirse de mujer tuvo que mudarse y cambiar de iglesia, pero hoy está entusiasmada por hacer la caminata.

San Cayetano. Santo Patrón de la Providencia y Patrono del Pan y del Trabajo. Cada 7 de agosto desde 2016 en Argentina se hace la peregrinación en su nombre con la bandera de “Pan, Paz, Tierra, Techo y Trabajo”. Desde el santuario del santo hasta Plaza de Mayo, miles de personas caminan para pedir trabajo. 

Hace varios años, la UTEP comparte esta agenda con la Iglesia. Las organizaciones sociales, que son parte del sindicato, se hacen presentes. En 2024, por primera vez en la historia, la peregrinación de San Cayetano es acompañada también por la CGT, la CTA y otros sindicatos. 

Arranca el camino.

A medida que se avanza, desde el Conurbano a la Capital, el paisaje cambia. Son muchas las personas que van. Adelante de todo, comandan tácitamente 6 peregrinos que salieron de Los Toldos el 26 de Julio, fecha conmemoración del fallecimiento de Evita, con una figura de la Virgen y del Negro Manuel.

A paso firme va avanzando la caminata. En un momento, se dispara un viento fuerte que no voltea a nadie. Carla mira a Yanina con los ojos brillosos y medio entre cerrados. La feria está pasando por un momento difícil.

Al llegar a Flores, personas encargadas de la organización, reparten agua y mandarinas.

¡Ah bueno Claudita pero que cuidadas que estamos por la producción!

Y si Yani que te pensás que yo te voy a traer a cualquier lado… Acá nos cuidamos entre todos. Hoy es un día histórico, no solo porque estemos marchando con la CGT y la CTA sino porque hasta Carla está caminando, no la puedo creer.

Todas se ríen.

Adentrándose en el centro de la capital se van uniendo a la peregrinación más caminantes, sobre todo, trabajadores de sindicatos de empleados. Algunos con la pechera de ATE, docentes, jubilados, metalúrgicos, hay de todo. Algunos con gorra de seguridad, otros con delantales de docentes o de cocineras. 

Al costado y en fila, la policía.

Días atrás, el secretario general de la UTEP Alejandro “Peluca” Gramajo, secundado por los triunviros de la CGT, entre otros representantes de sindicatos, expresa las banderas de las que se habla durante todo el recorrido. 

 ― Nos movilizamos por la falta de alimentos en los comedores, las políticas de hambre de La Libertad Avanza que lleva a que en esta Argentina 7 de cada 10 pibes y pibas están en la pobreza. Mañana, Día de San Cayetano, vamos a visibilizar la grave situación de emergencia alimentaria, social y laboral. 

Él también está peregrinando y, por momentos, lleva la imagen de la Virgen. Mientras se camina, alguien empieza a cantar, el Peluca también y todos lo siguen. 

  Unidad, de los trabajadores. Y al que no le gusta: ¡Se jode, se jode! 

Sigue el camino. 

Llegando a Plaza de Mayo se evidencia lo que ya habían contado los medios durante esos días. A los peregrinos los estaban esperando. Había mucha más gente con más banderas. Es un escenario impresionante. Por primera vez, se suma el bloque de piqueteros “Territorios en Lucha” a la peregrinación. También está la izquierda, organizaciones de Derechos Humanos y Madres de Plaza de Mayo línea fundadora, entre otras. 

Las chicas ya están cansadas. La plaza está llena. Se abre como las aguas ante Moisés para dar paso a los y las peregrinas 

¡Patria, sí! Colonia, no! ¡Patria, sí! Colonia, no! 

Los cantos aumentan.

― No entiendo dónde está el problema. ¿Porque la política y gran parte de la sociedad no nos ve? Acá estamos y somos un montón. 

Claudia le contesta

― Y compa esto es como dice Roig, nosotras vivimos un problema sobre el Valor. La sociedad no valora nuestro trabajo ni el rol de la Economía Popular y la política tampoco.

A lo que Yani responde

― Olvidate, esos caretas mucho menos

Una vez ya asentado el grupo de peregrinos en la Plaza comienza el acto encabezado por representantes de las organizaciones que apoyan. En algunas partes de la plaza casi no se escucha nada. Hay muchos cuerpos presentes reclamando ante este panorama del mundo del trabajo. De repente, al grupo se acerca un sociólogo de la UBA que milita en la UTEP, y entre mate y mate arroja algunos conceptos.

― Yani, esto es fruto de años de historia, de políticas y de no políticas, del auge de las economías de plataformas y del capitalismo financiero. Casi sin quererlo, el capitalismo generó un nuevo trabajador que indefectiblemente se organizó: los y las trabajadoras de la economía popular. Y hoy, como los empleados también tienen salarios no valorizados, están acá con nosotros.

Claudia y Carla escuchan atentamente y asienten. Yani tiene más bien una mirada de desconfiada, como si pensara que nadie le puede explicar a ella lo que vive. Ella sabe cómo es. El acto termina y en algunos lugares de la plaza se canta la marcha peronista. 

― Bueno chicas, vamos, yo ya no doy más. Nos tomamos el subte y el tren. 

Yani refuerza.

― Si Clau, yo tampoco doy más. Aparte se viene el día del niño.

― ¿Y eso que tiene que ver?

― ¡¿Cómo qué tiene que ver?! ¿Dónde te pensás que le van a comprar el regalo todas y todos los que estaban hoy? ¿En Kinderland? ¡Van a venir a la feria!

― Tenés razón Carlita, tenés razón.