Adiós Nonino

(Año XI Número XI - 2011) Por Victoria Malaguer Cielo azul y campo. Las flores amarillas salpican los alrededores. La chica de trenzas y vestido blanco corre. El corazón parece salir de su pecho. No puede más, pero corre. Llega a la casita de madera y golpea la puerta con furia. Una y diez veces, hasta que una anciana vestida de luto sale enfurecida. La joven implora que la escuche. La anciana está por correrla a escobazos cuando la chica rompe en llanto. “Tu figlio é vivo” le dice en un sollozo. Media hora después Rosario se desmayaba. El menor de sus siete hi jos estaba ante su puerta y aunque habían pasado seis años, su mirada celeste era la de siempre. Del resto no quedaba nada. Io sono Vito Cudemo Cuarenta y cinco años tenía Rosario cuando supo que sería mamá por séptima vez. Lloró por horas, a sabiendas de que los vecinos juzgarían a su hijo de “bastardo” ya que su marido era un hombre ciego y anciano. Secó sus lágrimas y ha...