ADN DRAG
Por Candelaria Barbosa //
Es casi imposible marcar el punto en el que termina Lucho y empieza Luno.
Luno es femineidad, una bichota que ama el glam, una ilusión de femme fatale muy pageantqueen, como se dice en el rubro.
Lucho estudia Biología, maneja un tetris de horarios, rutinas, compromisos y dinero.
Luno usa tops de lentejuelas y metales brillantes, sonríe con labios grandes y rosas y unos ojos penetrantes como de muñeca Bratz.
Lucho balancea y organiza las horas de estudio para los parciales, sus hobbies y el tiempo que pasa con Luno.
A Luno le encanta sorprender con un realness bien monstruoso y montarse mostrando toda la cara verde y unas cejas bien peludas, muy Grinch. Luno es lo femenino, sí, pero también todo lo que incomoda.
Luno lo acompaña a todos lados, aunque es Lucho quien decide cuándo sale cada uno.
Al igual que su pelo, mitad negro, mitad rubio claro, Lucho es la mezcla perfecta entre creatividad y estructura, o realidad y fantasía. Siempre le gustó la danza, toma clases de vogue y adora el maquillaje. Podría decirse que ese es el portal. Luno Karma es la faceta drag de Lucho.
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El drag se volvió mainstream en Argentina hace pocos años, aunque adoptó muchas formas y modos de existir durante toda la historia. Desde antes del renacimiento las mujeres no participaban en los teatros griegos, ingleses y japoneses. Los actores y cantantes hombres se caracterizaban como los personajes femeninos y salían a escena. Los más valientes se aventuran a hablar de drag queens y kings en la época precolombina. Parece que el crossdressing es parte de ceremonias y rituales en todo el mundo desde tiempos milenarios. Está cableado, vinculado a nuestra humanidad.
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Lucho pone la llave en el cerrojo de su departamento de Caballito. Son las 23:40. Hay veces que no llega tan tarde de cursar, pero hoy justo perdió el último subte y no le quedó otra que tomarse el bondi. Está detonado. Sigue derecho a su habitación, sin pasar por la heladera, y cierra la puerta.
No duerme. Pasada la medianoche es cuando Luno Karma sale a la luz. Sin las presiones del día Lucho sale a buscar a Luno. Sí, a buscarla, porque Lucho empezó a dedicarse al drag profesionalmente hace siete meses. Todavía se están conociendo.
Arranca a montarse tapándose las cejas. Hoy va a ir por un look más femenino inspirado en Kali Uchis, muy retro cool. Se tapa únicamente la mitad porque le gusta cómo se ven sus cejas marcadas y masculinas. Le dan a Luno un aspecto natural. Sólo dibuja de manera meticulosa y con una precisión casi quirúrgica las colas oscuras. Marca uno por uno los pelitos usando pomada para cejas marrón. Crece el despliegue de productos al costado del espejo. La mayoría nacionales o imitaciones de marcas extranjeras.
El drag argentino no es como el estadounidense. Es a pulmón. Es complicado. Es caro.
Un combo de esenciales -base de cobertura alta, una paleta de correctores, una de sombras y un labial- no baja de los $13.000. Una base larga duración Maybelline sale $3.900 de oferta. Y ni hablar de las pelucas.
No es difícil entender por qué Lucho elige aliviar costos en Once. Unas cuatro manzanas de Balvanera, a pasos de la terminal de tren, nuclean los mejores precios en maquillaje e insumos para uñas de Argentina. También son importados, pero de China. No tiene sentido preguntar si algún producto tiene autorización de ANMAT. Pero el que busca encuentra: Dapop es una marca de maquillaje nacional que tiene su sede en Once y cuenta con todas las autorizaciones necesarias.
Como recién está empezando, el rebusque de los outfits lo hace en Avellaneda. Gasta $5.000 al mes en ropa. Los meses que puede comprar. Para un drag más pulido el presupuesto es otro.
Una vez que ya están las cejas y los ojos, se prepara para esculpir el rostro. Corregir color, tapar la barba incipiente y empezar a pensar en los labios. Toda la rutina demora más o menos una hora, pero cada momento de ella se disfruta.
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— Me ofrecieron un show, fuiste la primera persona en la que pensé.
El mensaje de Evon Duarte llega de sorpresa. Lucho abre Google Maps y tipea:
De: Caballito, CABA
Hasta: Berazategui, Provincia de Buenos Aires
Dos horas y tres minutos de viaje. Dos colectivos y unas 10 cuadras a pie para hacer los trasbordos. Un viaje que nunca había hecho hasta ahora. De Berazategui solo conoce a Evon y a su novia. Igualmente no lo duda y acepta.
Fue su primer show. La propuesta estaba hecha a su medida. Una comuna de Berazategui que organiza eventos buscaba a dos drags para un espectáculo. El requisito era que sean principiantes, y el público iba a estar esperando eso: acompañar a dos artistas en su primera experiencia. Evon pensó en Luno, no solo por su talento, si no porque es su amiga. Quería que esa noche sea especial para las dos.
La temática de la noche es gótica, medio dark. Las dragqueens no pierden tiempo y se ponen en acción. Coordinan outfits, cuidando coincidir en la gama de colores y la estética, pero pensando en que reflejen el estilo de cada una ¡Y que comience el show!
El primer número lo hacen juntas. Eligen una perfo de vogue que las une y apasiona. El vogue es un estilo de danza que imita las poses características de las modelos de pasarela y les da movimiento, gracia. Evon y Luno saben la coreo de principio a fin y de memoria. Todos los pasos son seguros, marcados. El foco de la rutina está en las manos de las reinas, que van cerca de la cara y la enmarcan, acentuando cada gesto. La apertura es un éxito. El público ovaciona.
Luno recién está definiendo hacia dónde quiere dirigir su carrera. Caminos no faltan, existen tantas categorías como peces en el mar: hay reinas que dedican su vida a los shows de lipsync (playback), otras que eligen una carrera más al estilo del stand-up. Muchas, sobre todo al inicio, buscan hacerse un nombre en redes sociales como Instagram o Youtube, y las utilizan a modo de portfolio.
Pero hoy, acá en ese escenario, a Luno solo le importa que esta primera noche sea única. Está nerviosa. Sigue su primer número individual. Cuando sube al escenario y mira hacia abajo unas luces de colores le iluminan la cara y hacen que sea difícil ver, aunque tiene claro que en ese público la única cara conocida es Evon.
Los nervios quedan a un lado cuando empieza a sonar en los parlantes, que saturan un poco, Don’tStartNow de Dua Lipa. Luno agita su peluca lila brillante, el toque de color de un outfit negro como la noche. En su lipsync individual no faltan los pasos de vogue, pero no le tiembla el pulso al combinarlos con una caminata segura que recorre el escenario.
One: Don't pick up the phone…
Lucho quiere crecer en Instagram, que la gente conozca su arte a través de sus fotos, a las que dedica horas de esfuerzo y preparación. La fotografía hace equilibrio con la Facultad y las obligaciones.Le encanta también la idea de seguir haciendo shows para crecer en la comunidad, abrir su arte a otros lugares y, sobre todo, entretener a la gente. Le fascina entretener y es agradecido con el público.
Cuando el beat cae los aplausos aumentan, los gritos ensordecen. Luno disfruta cada momento. Sabe, mientras está pasando, que lo va a guardar en su corazón para siempre.
En Argentina el público hace a su drag especial, a sus performances gratificantes, a sus artistas dedicados. La gente apoya aunque sea un papelón, grita y aplaude porque valora la emoción y la garra con la que se trabaja. Y para estas drag argentinas, desde un rincón del conurbano, en el primer escalón lo que sobra es garra.
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El drag en la Argentina está en todos lados, uno solo tiene que salir a buscarlo. Desde Fuerte Apache hasta Palermo Hollywood, en realities salteños o en redes sociales. En donde sea que se encuentre existe un elemento clave: la Casa.
La Casa es la familia elegida, es contención y aprendizaje para quienes se inician. La de Luno se llama House of Berkins. Un poco como en un cumpleaños de quince, hoy su Casa se prepara para presentarse en sociedad. Category is: Turro. Coinciden. No puede faltar lo fluo.
Seis artistas están en una escalerita negra de metal en la que apenas caben, haciendo malabares para terminar los trajes de esta noche. La idea es pegarse unas cintas reflectivas autoadhesivas para que destaquen bajo las luces UV del escenario. Se ríen, hacen equilibrio y se retan pidiendo que las cintas queden derechas. Lo preparan entre todes, a contrarreloj, asegurándose de que cada integrante de House of Berkins esté listo. Cuando están conformes con el resultado posan para una foto. Bajo la luz del flash las cintas encandilan.
Las dragqueens y kings preparan shows individuales o junto con sus Casas. El tono varía: humor, canto, baile y todo lo que está en el medio. Es un espacio de libertad y autodescubrimiento. Los ballroom le dan a las Casas el lugar para mostrar ese arte y conocer otras Casas. Crecer, como artistas y como personas.
Pocas cosas en esta vida pueden hacerse solo. El drag no es una excepción. Es primordial hacerse compañeras y amigas que ya estén en la escena para que te guíen y acerquen oportunidades. Queda claro al final del show de House of Berkins. Mientras el grupo posa y termina la perfo sin perder la sonrisa, artistas de otras Casas graban videos y sacan fotos para Instagram. ¡Bienvenida Casa Berkins! ¡Felicitaciones a mi hermana y todes sus hijes!
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En un pequeño recinto en el barrio de Belgrano, los asistentes se acomodan alrededor de una pasarela en la que les artistas van a hacer sus “perfo” durante toda la velada. Chicos, chicas, jóvenes, adolescentes y adultos integran el grupo. La oscuridad solo es interrumpida por algunas luces de colores que giran despacio y apuntan directo al escenario. La buena noticia es que no hay chance de que llueva. La mitad del espacio es al aire libre. Desde el patio se ven brillar las estrellas en el cielo de Buenos Aires.
El ballroom es uno de los espacios más importantes para la comunidad drag argentina y latinoamericana. El primero se organizó en 1972 en Harlem, Nueva York. Surgió después de los crímenes de odio y represión en Stonewall, como un lugar en el que las personas negras y latinas de la comunidad LGBT pudieran expresarse bailando, cantando, montándose. En fin, celebrándose sin tapujos. El ballroom es político. No solo es un lugar en el que las drags muestran su arte, lo perfeccionan y compiten. Es un espacio donde se festeja el esfuerzo, la disidencia, la diversidad del colectivo LGBT en su conjunto.
Hoy organiza Furia Travesti, una de las comunidades de kikiballroom más importantes de Buenos Aires. El ballroom es una fiesta, aunque el presupuesto no es gigante. No permite grandes escenografías, juegos de luces, equipos de sonido o tribunas. Alcanza con algunas luces modestas, una lona negra y larga, que hace las veces de pasarela, y un buen parlante para que la noche sea un despliegue imponente de talento, pasión y garra. Ni siquiera se necesitan sillas porque el público ya se acomodó en el piso y espera a que arranque el show.
En el medio de la oscuridad tenue destacan les artistas. No esperan en una sala aparte. Con sus elaborados conjuntos y pelucas de colores vivos se paran entre el público, aplauden, gritan, chiflan y alientan a sus compañeres.
Cuando Tatiana Torres sale al escenario, su show deja pasmados a los espectadores. Al ritmo de la música electrónica da una masterclass de vogue. Camina con paso decidido por la pasarela como si fuese su casa. Aunque un poco sí es su casa porque ella es una de las organizadoras del ball. Su ropa holográfica hace eco de las luces que reflejan en el decorado. Parece la estrella del arbolito de navidad o la bola de espejos en el medio de una pista de baile.
La drag que la acompaña canta un hit de los 2000 de Britney Spears. Tatiana lo capta y adapta inmediatamente la rutina, el público se vuelve loco y canta. Sorprende con un deathdrop, un paso de baile en el que todo el cuerpo se afloja y cae de manera elegante al suelo. Es un paso difícil.
La audiencia grita. Tatiana sonríe y se para casi sin esfuerzo. La noche recién comienza.
Don’t be a drag, just be a queen, canta Lady Gaga en uno de los himnos de la comunidad LGBT. No importa si estás quebrado o floreciendo. Si sos negro, blanco, beige o descendiente de chola, del Líbano u oriental.Si las cuestiones de la vida te dejaron aislado, excluido o ridiculizado, hoy disfrutá y amate a vos mismo. Porque baby, vos naciste así. Naciste para ser valiente.